martes, 28 de octubre de 2008


· Soledad no me acompañes por el laberinto que alucino ·

Quince días de no poder casi dormir, quince días de querer asomar otra vez mi cabeza al mundo, quince de los peores días donde se habían esfumado hasta mis ganas de hablar, quince quince quince y la reputisima madre de esos quince días en los que sentí que había perdido todo, cuando sentí que algo me faltaba (me falta). Yo durante quince días (lo de quince es relativo, sería hasta el día de hoy) viendo caer ríos por mis ojos cada vez que recordaba(recuerdo), y mientras yo me hundía vos contabas tus hazañas de gran persona y de como la vida te importaba tres odiosos huevos. Quince días, un abismo y una realidad que me separaron de mi faltante hasta el día de hoy...


No hay comentarios: