martes, 21 de octubre de 2008


{ A veces yo nosé su plan macabro; conoce la forma de chuparte el alma; acecha a su presa que vilmente engaña }

(alguien que entienda algo, nunca van a entender todo)
Ni mi castillo, ni yo ni el que hace mucho apareció sabemos lo que queremos, si construir algo o hacernos mal entre todos, si dejar todo a la deriva, si pensar en algo, si no pensar en nada (a veces es mejor no pensar) o si jugarse por algo, por tanto, por mucho demasiado o simplemente nada. Mi tan preciado castillo (si, desde ahora prefiero que sea un castillo, porque es más lindo, es mejor, las torres son más chicas y esto es algo grande) hace que cada vez que lo pienso se me caiga el mundo, el cielo, las estrellas, la luna, todo abajo y me aplaste con tan solo emitir un sonido, una palabra, con lo más minimo puede llegar a mi de una manera que no se imagina. Unas cosas van, otras vienen, lo que hace mucho apareció nada pudo cambiar, trabas engaños trabas y más trabas, desiluciones y siguen las trabas (hasta ahora así es, las trabas siempre presentes, hasta que algo cambie, se ve dificil eso UN CASO DIFICIL). Treinta y un millones de vueltas da la cabeza en este momento, treinta y dos un rato más tarde, y se multiplican por mil las vueltas cuando se cruzan un par de palabras (nadie sabe de esto, claro está) y asi siguen las cosas una vez y un par más.

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